lunes, 30 de julio de 2018

El irrelevante cartel del fuego



Un reciente requerimiento de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia plantea que las empresas Faasa Chile Servicios Aéreos Ltda. y Martínez Ridao Chile Ltda. se coludieron para fijar precios y condiciones de mercado en su servicio de combate de incendios forestales. Según la FNE, esta conducta habría afectado directamente a entidades privadas y públicas, como la Conaf, Celulosa Arauco, Mininco y la Onemi. Todos indefensos niños de pecho.

Así, tenemos a Conaf analizando posibles acciones legales. Por su parte, los abogados de CMPC también están “estudiando los antecedentes”. ¿El diablo vendiendo cruces?

Por supuesto, toda colusión es repudiable; todo cartel tiene afectados. Pero, ¿será que es invierno y hace frío que la FNE está preocupada de tan relevante cartel del fuego? Capaz que el próximo cartel a analizar sea el de los carritos de maní del centro. ¿O serán las vacaciones de invierno que tiene a los medios de comunicación rellenando sus páginas?

Perdónenme una cosa, pero hasta los nombres de estas empresas de Responsabilidad Limitada (que quizás usted, al igual que yo, no las había visto u oído ni en pelea de perros) son, como decirlo sin que se malinterprete, ratones de cola pelá (iba a usar el adjetivo “rasca”, pero me arrepentí) en relación con su contraparte. ¿Cuál será el verdadero poder negociador de estas dos empresitas contra el gran CMPC, como para hablar de posición dominante? ¿Contra la Conaf y la Onemi? ¿Qué porcentaje de los costos de la CMPC será la facturación de Faasa -no la farmacia, por si acaso- y Martínez? Capaz que la propia flota interna anti-incendios de la CMPC sea más grande que Faasa y Martínez juntas, y sus costos de operación sean varias veces las ventas de aquellas. ¿Cuál es la elasticidad precio de la demanda de un insumo que es un porcentaje mínimo de los costos totales?
Y en lo relevante, ¿cuántas hectáreas no se combatieron adecuadamente producto del sobreprecio cobrado?

El presupuesto de la FNE es considerablemente menor que el de Sernac, Onemi, Servel, Injuv y el Consejo Nacional de Televisión, por citar algunos. Es una pena que la FNE pierda tiempo valioso y destine sus limitados recursos en un tema que es más bien menor en relación a otros “incendios” cuyo costo social es varias veces el del cartel del fuego. Costo de oportunidad creo que le llaman. Retail, bancos, telecomunicaciones, isapres, agricultura en general, transporte... son algunos sectores que se han abarcado por “encimita” no más.

A veces los árboles no dejan ver el bosque. Menos cuando hay humo… humo de incendio.


Iván Rojas Bravo