jueves, 20 de diciembre de 2007

¿Requiem para quién?


Se ha planteado que la empresa Bellavista Oveja Tomé ha sido una víctima más de la política cambiaria de libre flotación que posee nuestro país. Esta compañía ha cerrado sus puertas al ser económica inviable: perdió a su principal cliente debido a la incertidumbre que éste asignaba a la continuidad de la empresa, variable que también los bancos consideraban y no estaban dispuestos a financiar. El culpable final: los pobres flujos de caja a raíz del bajo precio del dólar.

Sin duda que es lamentable que una empresa tenga que cerrar. Pero el análisis posterior debe ser cuidadoso, a fin de no llegar a conclusiones erróneas.

Uno de los principales activos del país lo constituye la libre flotación del tipo de cambio, la que permite, entre otras cosas, absorber de una mejor manera los shocks externos. El tipo de cambio es el reflejo de nuestra moneda (y en definitiva del valor del país) versus el resto del mundo, especialmente con los países relevantes con los cuales tenemos intercambio. Si bien esta nota no pretende profundizar en este tema, resulta relativamente razonable pensar que en la medida que el país avanza en sus políticas y se acerca al mundo desarrollado, su moneda “reaccionará” a lo anterior fortaleciéndose, resultando en un tipo de cambio real más bajo, asociado –en términos generales- a un menor valor del dólar. En la misma línea, este menor valor del tipo de cambio es un reflejo de ganancias en la productividad y no al revés, como muchos analistas y exportadores suelen pensar, especialmente cuando el dólar traspasa las barreras psicológicas.

Por ello, analizando con la “cabeza fría”, el caso de Bellavista Oveja Tomé se parece más al “sano” proceso que necesariamente se debe dar en una economía globalizada, donde los agentes se enfocan en aquellos sectores donde poseen ventajas competitivas. El requiem, por lo tanto, debería ser para todas aquellas compañías del sector no transable (principalmente Pymes) –que representa 2/3 de nuestra economía– que no vieron la luz o simplemente murieron producto del excesivo valor del dólar que hemos tenido hace varios años ya.

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