En el mercado de futuros de cobre se ha dado una situación que técnicamente recibe el nombre de backwardation, esto es, que el precio forward o del futuro a un plazo determinado es menor que el precio spot (hoy).
Se ha planteado que los hedge funds han manipulado el mercado para controlar el precio del cobre, llegando incluso a “esconder” cientos de miles de toneladas para crear una falsa escasez del commodity, lo que justificaría su alto precio actual. Este gran componente especulativo hace anticipar un gran reventón de la supuesta burbuja existente, llevando algunos a pronosticar un precio del cobre por debajo de 1 USD /libra, cercano a su costo marginal.
Pero la situación de backwardation no es nueva ni única. Por ejemplo, el año pasado se vio exactamente lo mismo con los precios futuros del trigo, los que no sólo eran menores al precio spot, sino que entre ellos disminuían a medida que el plazo se extendía. Esta escasez estaba estrechamente relacionada con las variables que afectan al mercado del trigo y maíz en los distintos períodos de cosecha.
Conviene destacar que en bienes destinados principalmente a producción, como el cobre y el trigo, la diferencia entre precios de futuros nos entrega información acerca de los costos de almacenaje entre dichos períodos, por lo tanto, la presencia de backwardation supone una discusión teórica interesante: existiría un beneficio por conveniencia (convenience yield) porque los agentes piensan que se obtienen beneficios en la tenencia del bien, que no los entrega el contrato de futuro.
Así, la situación observada en el mercado del cobre bien podría estar asociada precisamente a un escenario de escasez real, no ficticia, de magnitud tal que cuyo beneficio por conveniencia supera los costos de almacenamiento y financieros. Y en el evento de que existieran los inventarios escondidos por ahí (¿150.000 toneladas al mes?), el voraz apetito de China e India podría absorber en no mucho tiempo cualquier exceso de stock, con un efecto en el precio, por cierto, pero probablemente “acotado”.
Finalmente, un error común es tomar el precio de los futuros como pronósticos. Cuidado: la diferencia spot-futuro sólo nos entrega información sobre los costos de almacenaje y financiero, y de su beneficio por conveniencia (en caso de existir). Cualquier información nueva en el mercado hace cambiar tanto el precio spot como el precio futuro. Esta advertencia se da en cualquier curso básico de derivados financieros.
Se ha planteado que los hedge funds han manipulado el mercado para controlar el precio del cobre, llegando incluso a “esconder” cientos de miles de toneladas para crear una falsa escasez del commodity, lo que justificaría su alto precio actual. Este gran componente especulativo hace anticipar un gran reventón de la supuesta burbuja existente, llevando algunos a pronosticar un precio del cobre por debajo de 1 USD /libra, cercano a su costo marginal.
Pero la situación de backwardation no es nueva ni única. Por ejemplo, el año pasado se vio exactamente lo mismo con los precios futuros del trigo, los que no sólo eran menores al precio spot, sino que entre ellos disminuían a medida que el plazo se extendía. Esta escasez estaba estrechamente relacionada con las variables que afectan al mercado del trigo y maíz en los distintos períodos de cosecha.
Conviene destacar que en bienes destinados principalmente a producción, como el cobre y el trigo, la diferencia entre precios de futuros nos entrega información acerca de los costos de almacenaje entre dichos períodos, por lo tanto, la presencia de backwardation supone una discusión teórica interesante: existiría un beneficio por conveniencia (convenience yield) porque los agentes piensan que se obtienen beneficios en la tenencia del bien, que no los entrega el contrato de futuro.
Así, la situación observada en el mercado del cobre bien podría estar asociada precisamente a un escenario de escasez real, no ficticia, de magnitud tal que cuyo beneficio por conveniencia supera los costos de almacenamiento y financieros. Y en el evento de que existieran los inventarios escondidos por ahí (¿150.000 toneladas al mes?), el voraz apetito de China e India podría absorber en no mucho tiempo cualquier exceso de stock, con un efecto en el precio, por cierto, pero probablemente “acotado”.
Finalmente, un error común es tomar el precio de los futuros como pronósticos. Cuidado: la diferencia spot-futuro sólo nos entrega información sobre los costos de almacenaje y financiero, y de su beneficio por conveniencia (en caso de existir). Cualquier información nueva en el mercado hace cambiar tanto el precio spot como el precio futuro. Esta advertencia se da en cualquier curso básico de derivados financieros.