Hace seis meses se levantó en la Plaza de la Revolución de La Habana una imagen de Camilo Cienfuegos, compañero de armas de Fidel Castro y el Che. La silueta de Cienfuegos -de 40 metros de alto y similar a la que hay del Che, vecino a pocos metros- tiene la leyenda “Vas bien Fidel[1]”… como si se tratara de una ironía a su propio pueblo.
Resulta interesante analizar lo que está pasando en Cuba. Hoy, cuesta encontrar a gente relativamente razonable que defienda a brazo partido el régimen de los Castro… cosa que hasta hace poco tiempo atrás no era tal. Y aunque las evidencias no han cambiado un ápice, recuerde Ud. estimado lector que muchos trataban de tapar el sol con un dedo invocando factores como el embargo estadounidense, que no habían presos políticos, que la imagen que salía de Cuba al exterior no era la verdadera y hasta que la salud era gratis. Para que entrar a analizar la carrerita que nuestra ex presidenta se mandó cuando en su visita a la isla le avisaron en pleno acto que Fidel la quería recibir en privado. Costaba reconocer sin pelos en la lengua que Cuba es una dictadura. O como lo plantea el ex guerrillero salvadoreño Joaquín Villalobos: “Muchos líderes de centroizquierda latinoamericanos no se atreven a cuestionar al régimen por el miedo a blasfemar”.
Pero hoy, vemos declaraciones de gente importante de centro y de izquierda que nos “sorprenden”. Es que es imposible que la amalgama de ineficiencia con restricción de libertad entregue un producto exitoso. No había que esperar medio siglo para darse cuenta, por mucho que la bandera de la igualdad se enarbolara en cada discurso en una plaza pública.
El rol de las tecnologías de la información ha sido clave en quitar el velo y dejar más claro lo que realmente pasa en la isla. El excelente blog “Generación Y”, de Yoani Sánchez, es sólo una muestra del efecto que las comunicaciones logran tanto en la opinión del ciudadano común como de los líderes. El juicio de éstos acelera la caída inevitable que viene para el régimen cubano, enhorabuena para sus empobrecidos habitantes. Un verdadero cuarto poder. El principio del fin ha comenzado para un país que tiene todas las condiciones para llegar a ser la Nueva Zelandia de América dentro de unas décadas.
Sería ingenuo pensar que lo anterior sólo será un caso aislado. Es imparable. Poco a poco los ghettos del mundo desaparecerán. ¿Corea del Norte, Irán, Libia…? Que vean lo que está pasando en Cuba y tomen nota.
[1] La frase “Vas bien Fidel” fue una respuesta que Cienfuegos dio cuando Castro le preguntó en pleno discurso en La Habana el 8 de enero de 1959, pocos días después del triunfo de la Revolución: “¿Voy bien, Camilo?”