https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/columnas/2021/11/23/sistema-de-pensiones-confusiones-y-aclaraciones/
El Mostrador publicó
el jueves 18 una columna de la Sra. Alejandra Cox, presidenta de la Asociación
de AFP, en la cual pretende aclarar una serie de imprecisiones, confusiones y
errores de una columna cargada de adjetivos escrita por el Sr. Sergio
Fernández.
Me permito meter la cuchara y aportar algunos
argumentos y antecedentes que estimo del todo relevantes en esta discusión,
toda vez que ninguno de los dos columnistas los aborda en sus respectivas
opiniones, y creo, sinceramente, que es el olvidado centro de la discusión.
Los dos grandes
temas que aborda la Sra. Cox lo podemos separar en comisiones y rentabilidad de
las AFP. En esencia, plantea lo siguiente:
Sobre las comisiones:
La primera
confusión que la Sra. Cox pretende aclarar es sobre las comisiones que cobran las
AFP. Mientras el Sr. Fernández enfatiza que las comisiones son un pago mensual en
función de los salarios y pagado de forma anticipada, y plantea que éstas deberían
ser aplicadas sobre el fondo administrado (similar a los fondos de inversión),
la Sra. Cox señala que al transformar las comisiones sobre salarios, a su
equivalente “por saldo”, las comisiones “son más que razonables” e incluso son
más bajas que el equivalente cobrado por
fondos pensionales de otros países. Luego argumenta que
cuando el sistema nació en 1981, los saldos acumulados eran cero, por lo que no
se podía establecer una comisión sobre esa base.
Sobre la
rentabilidad:
En relación a la
rentabilidad, la Sra. Cox plantea que es incorrecto comparar las comisiones de
las AFP (administración activa de fondos) con las bajas comisiones de firmas
como Vanguard (administración pasiva de fondos en un índice, bonos, u otro
instrumento). Lo anterior porque – a su juicio- la labor de la AFP es mucho
mayor ya que buscan obtener un retorno superior al de la administración pasiva.
Así, nos recuerda que AFP han tenido retornos más altos que estos índices de
referencia, y que el 80% del fondo histórico acumulado corresponde a rentabilidad
obtenida.
Para reforzar el
argumento que las comisiones son “razonables”, dice que las AFP hacen muchas
otras cosas además de administrar los fondos, que son labores que no hacen las
administradoras pasivas (atención de público, mantener sucursales, cobranza,
realizan pagos de pensiones y otros beneficios, etc.).
Mis argumentos
El problema de estas
discusiones, en mi opinión, es que enredan más que aportan soluciones. Se
enfrascan en buscar quien tiene la razón. Se enfocan mucho en la problemática y no en la solucionática. En la solucionática para la gente, me refiero.
O por lo menos de cómo hacer que el moribundo sistema de pensiones mejore en
algo.
En relación con las
comisiones, el tema no es nuevo. Es increíble ver como una forma objetiva de
cobro tiene distintas interpretaciones y cálculos. Que si es anticipada o no,
que si la miramos sobre el flujo o sobre el stock, que si esto o que si lo
otro… en mi opinión, no se centra en lo realmente importante, que es responder
la siguiente pregunta: ¿Cuánto es el
retorno neto de comisiones para el afiliado? Pareciera que no importara.
Si el retorno neto
de comisiones -como concepto- estuviese sobre la mesa, el problema sería
trivial: calcular la Tasa Interna de Retorno (TIR) para cada afiliado. Los
flujos de caja relevantes serían los aportes mensuales más todas las comisiones
(fantasmas y no fantasmas, mensuales y no mensuales) en cada período, contra el
saldo acumulado del fondo a una fecha, el cual incluye la rentabilidad ganada.
La TIR resultante sería el retorno neto para el afiliado. Es un guarismo fácil
de entender y de comparar. Incluso
permite comparar distintas estructuras de cobros… y adiós discusión bizantina.
Desde el punto de
vista técnico, el cálculo es simple. Pero que yo sepa, nadie hace ese cálculo…
o casi nadie. Parece que el único gil
que lo hace soy yo en mi Excel 2010. Si las AFP, la Autoridad competente o la
Asociación de AFP hicieran ese cálculo, se darían cuenta que las comisiones sí
importan, y que en 39 años, el retorno promedio histórico de 8% anual que tanto
se cacarea quedaría en el mejor de
los casos en 5,51% anual si se restaran las comisiones; las comisiones absorben
por lo menos 1/3 del retorno bruto (ver columna
“¿Son caras las AFP, después de 39 años de existencia?”, publicada por
El Mostrador en agosto de 2020 https://www.elmostrador.cl/destacado/2020/08/23/son-caras-las-afp-despues-de-39-anos-de-existencia-si/).
Con respecto a que
el retorno obtenido por una administración activa (como son las AFP) es mayor
que el de una administración pasiva (seguir un índice, por ejemplo), es de
novatos comparar retornos a secas. Es posible demostrar que, en equilibrio, el
retorno de las AFP corregido por riesgo no domina el retorno corregido por
riesgo de una estrategia pasiva. Tampoco las AFP muestran una diferencia estadísticamente
significativa entre sus retornos (se mueven en manada). El rol de las AFP es
nulo en la obtención de rentabilidades anormales más allá del riesgo asumido. Y
por tanto, las comisiones sí importan. Y volvemos a lo mismo… ¿cómo medimos? La
TIR del cliente es el mejor indicador.
Ahora bien, si las comisiones financian otras actividades
de las AFP que bien podrían ser productos distintos, con precios distintos…
¿Cómo se llama eso en Economía? ¡Con mayor razón, entonces, deben ser deducidas
de la rentabilidad bruta!
Como dato “curioso”
de la columna de la Sra. Cox está el hecho que señala que “los fondos de los que no cotizan siguen
siendo administrados, sin cobrar comisiones, independientemente de si se hacen
o no contribuciones en cada periodo. Esto es muy relevante, ya que, de los casi 12 millones de afiliados, solo
cotiza mensualmente la mitad, lo que explica por qué los fondos de pensiones en
Chile a nivel internacional tienen comisiones sobre fondos administrados bajo
el promedio y la mediana en estudios de la OCDE”. Touché. Lo que está diciendo
es que el cálculo que se hace ni siquiera es individual. Plop. Los que cotizan y pagan las comisiones “financian” a los
que no pagan. Por eso, entonces, las comisiones medidas sobre los fondos
administrados son “bajas”. Esto quiere
decir que las comisiones serían mayores si el cálculo se hiciera considerando
solo los fondos de los que pagan, lo cual constituiría “el ejercicio completo”
en un análisis razonado.
Y nuevamente
volvemos a lo mismo: para evitar enredos, para evitar comparar peras con
manzanas, para evitar el uso de las cifras “que a mí me conviene mostrar”… la
solución es clara y simple: calcule el retorno neto de comisiones para cada
afiliado. Con la TIR en la mano nos daremos cuenta que no es tanta la maravilla
del retorno de las AFP. Su fortaleza va por otro lado, aunque a estas alturas
ya es casi irrelevante.
Finalizo con esta
reflexión: pretender reformar un sistema en base a diagnósticos sin conocer
cuánto ha sido el retorno neto de comisiones para el personaje más importante
de esta historia, el afiliado, es, a lo menos, lamentable, y dice mucho sobre
el nivel del debate, tanto de los detractores del sistema como de sus
defensores.
Iván Rojas B.