martes, 21 de agosto de 2007

Alan García y la Teoría de Juegos


¿Es entendible la posición de Alan García de revisar los límites marítimos con Chile? Totalmente, desde el punto de vista de la teoría de juegos. Intuitivamente uno puede concluir que Perú tiene mucho que ganar y muy poco que perder con llevar el caso a la corte internacional de La Haya. La conclusión, en esencia, es correcta, y los cálculos la apoyan.

Supongamos que Perú tiene dos opciones: presionar a Chile para ir a la corte (y efectivamente lograr que se revise el caso) o no hacerlo. En el caso no insistir, el resultado neto para Perú es cero, es decir, se queda con la misma situación original. En cambio, si insiste en ir a la corte, existe una probabilidad P de ganar (la corte falla a su favor), en cuyo caso recibe un beneficio B dado por el nuevo límite marítimo; y como complemento, existe una probabilidad 1-P de perder, en cuyo caso recibiría una sanción simbólica S (menor que cero), “levemente” desfavorable que la situación actual (supuesto), ya que en teoría el caso quedaría cerrado o por lo menos no volvería a generar polémica por un buen tiempo.

Entonces, a Perú le convendrá presionar para ir a La Haya siempre que el valor esperado de esta decisión sea mayor que cero. Matemáticamente, esto se representa por la ecuación P*B + (1-P)*S > 0. Despejando se tiene P > -S/(B-S).

¿Cuáles son las principales conclusiones de lo anterior?

Un supuesto razonable es considerar que el beneficio B es altamente valorado por Perú. Por otra parte, ya señalamos que S sería menor que cero, pero levemente. Esto hace que el cuociente -S/(B-S) sea muy pequeño. Entonces, ante una probabilidad mínima de ganar el caso en La Haya, asociada a relativamente pobres argumentos, Perú querrá que se discuta el caso. Mucho que ganar y poco que perder. El Sr. García -conciente o inconciente de ello- no dará su brazo a torcer... al menos eso dicen los números.

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