En Estados Unidos hace más de tres décadas que se dieron cuenta que era vital tener un mercado de valores nacional, con el objetivo de promover la competencia entre los distintos mercados accionarios y entre las órdenes de compra-venta de los clientes en forma individual. Así, nació la regulación National Market System (NMS).
Una de las medidas de la NMS es la denominada Access Rule, que busca asegurar que los intermediarios logren realizar las órdenes de sus clientes a los mejores precios. Esto implica acceso a todos los mercados. Por lo tanto, las bolsas no pueden discriminar entre corredores que son miembros de ésta y aquellos que no lo son.
En Chile, la Bolsa de Comercio de Santiago representa cerca del 87% del monto transado en acciones. Existe una modalidad para que inversionistas institucionales y corredores extranjeros operen directamente en esta bolsa, siempre que utilicen un corredor perteneciente a ella. Pero en el caso de un corredor miembro de otra bolsa (Bolsa Electrónica o Bolsa de Valparaíso), existe una barrera de entrada adicional, que consiste en enterar garantías por un monto equivalente al valor de la acción de la Bolsa de Comercio de Santiago (como referencia, la última transacción fue por $1.631 millones). Es decir, para efectos prácticos, es lo mismo que “comprar” la acción. No es la solución de fondo. Al contrario, da para un claro ejemplo de abuso de posición dominante en un texto de economía I… situación que no es nueva, basta recordar que a fines de los 80 algunos bancos quisieron participar en el mercado accionario y, como vieron su acceso restringido (¿club de Tobi?), crearon una nueva bolsa.
Algunos países han fusionado las distintas bolsas que tenían; en el caso chileno resultaría útil tener una sola bolsa nacional, aunque per sé no es garantía de solución a los problemas planteados. Por otra parte, la desmutualización -otra forma de abordar este problema, no necesariamente excluyente con la fusión- permite ser corredor sin ser accionista de la bolsa, al separar ambos derechos involucrados. Lamentablemente, el proyecto está hibernando, a la espera de un cambio en el contexto económico mundial (¿?)… quizás después lo retenga el auge bursátil, que no dará tiempo para analizar estos asuntos.
Asegurar libre entrada es un principio básico para mantener la competencia en cualquier mercado. Si se quiere hacer de Chile un gran centro financiero hay que empezar por solucionar este problema. La desmutualización y la interconexión en tiempo real son los primeros pasos.
Aparentemente en Chile hay condiciones de competencia entre las bolsas (como en varios otros mercados, dicho sea de paso). Conviene meditar en la premisa que guió la NMS antes señalada: “Inversionistas deben tener la seguridad que participan en un sistema que maximiza las oportunidades de que el vendedor más interesado pueda encontrar al comprador más interesado”. Magna premisa, que ojalá todo mercado pudiera garantizar.
Una de las medidas de la NMS es la denominada Access Rule, que busca asegurar que los intermediarios logren realizar las órdenes de sus clientes a los mejores precios. Esto implica acceso a todos los mercados. Por lo tanto, las bolsas no pueden discriminar entre corredores que son miembros de ésta y aquellos que no lo son.
En Chile, la Bolsa de Comercio de Santiago representa cerca del 87% del monto transado en acciones. Existe una modalidad para que inversionistas institucionales y corredores extranjeros operen directamente en esta bolsa, siempre que utilicen un corredor perteneciente a ella. Pero en el caso de un corredor miembro de otra bolsa (Bolsa Electrónica o Bolsa de Valparaíso), existe una barrera de entrada adicional, que consiste en enterar garantías por un monto equivalente al valor de la acción de la Bolsa de Comercio de Santiago (como referencia, la última transacción fue por $1.631 millones). Es decir, para efectos prácticos, es lo mismo que “comprar” la acción. No es la solución de fondo. Al contrario, da para un claro ejemplo de abuso de posición dominante en un texto de economía I… situación que no es nueva, basta recordar que a fines de los 80 algunos bancos quisieron participar en el mercado accionario y, como vieron su acceso restringido (¿club de Tobi?), crearon una nueva bolsa.
Algunos países han fusionado las distintas bolsas que tenían; en el caso chileno resultaría útil tener una sola bolsa nacional, aunque per sé no es garantía de solución a los problemas planteados. Por otra parte, la desmutualización -otra forma de abordar este problema, no necesariamente excluyente con la fusión- permite ser corredor sin ser accionista de la bolsa, al separar ambos derechos involucrados. Lamentablemente, el proyecto está hibernando, a la espera de un cambio en el contexto económico mundial (¿?)… quizás después lo retenga el auge bursátil, que no dará tiempo para analizar estos asuntos.
Asegurar libre entrada es un principio básico para mantener la competencia en cualquier mercado. Si se quiere hacer de Chile un gran centro financiero hay que empezar por solucionar este problema. La desmutualización y la interconexión en tiempo real son los primeros pasos.
Aparentemente en Chile hay condiciones de competencia entre las bolsas (como en varios otros mercados, dicho sea de paso). Conviene meditar en la premisa que guió la NMS antes señalada: “Inversionistas deben tener la seguridad que participan en un sistema que maximiza las oportunidades de que el vendedor más interesado pueda encontrar al comprador más interesado”. Magna premisa, que ojalá todo mercado pudiera garantizar.
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