Si un mercado es eficiente, todos sus activos estarían valorados correctamente de acuerdo a su relación riesgo-retorno. En el ámbito bursátil, la compra de una acción debería ser un ejercicio con valor presente neto igual a cero. Pero esto no ocurre necesariamente en la realidad; la rentabilidad que ha mostrado el IPSA este año es un buen reflejo de lo anterior.
Una situación que se da cuando existen asimetrías de información -es decir, cuando los “insiders” tienen información que el mercado no posee- es que hay un fuerte incentivo para aprovechar dicha asimetría y, en consecuencia, una transacción con acciones puede dejar de ser un ejercicio con VAN igual a cero.
Por ejemplo, hay evidencia de que en los procesos de emisión de acciones este fenómeno existe: hay incentivo para realizar un aumento de capital cuando la administración observa que, de acuerdo a las proyecciones futuras de la empresa, el precio de mercado está alto o sobrevalorado. La señal que interpreta el mercado es la siguiente: dadas las perspectivas futuras de la empresa, la acción no debiera subir mucho más, de lo contrario, la administración esperaría a que el precio se incrementara para realizar la emisión de acciones, maximizando la recaudación.
Si lo vemos desde otra perspectiva, cuando a la administración se le pregunta por qué no realizan una emisión de acciones, la típica respuesta es “la baja valoración que el mercado está dando a sus acciones”.
La evidencia también muestra que comúnmente las emisiones son precedidas por períodos de buen desempeño en el precio de la acción.
Recientemente el Banco Central ha emitido un informe donde el plantea que, de acuerdo a ciertos parámetros, la bolsa estaría sobrevalorada. ¿Temporada para aumentos de capital?
No hay comentarios:
Publicar un comentario