http://www.elmostrador.cl/mercados/2017/09/07/caso-venta-bbva-donde-esta-el-queso/
Los controladores del banco BBVA
decidieron vender su operación en Chile. ¿La razón? Se dice que el banco no
pudo lograr su ambición de estar entre los líderes y nunca estuvo satisfecho
con su participación de mercado, la cual es muy difícil de aumentar si no es
por medio de adquisiciones. Se dice, también, que el mercado chileno es muy
competitivo, probablemente impactados engañosamente por las agresivas campañas
de amplio marketing para captar clientes en un mercado de relativa alta
bancarización. Pero la competencia como concepto económico es otra cosa, y -tal
como pretende plantear como hipótesis esta columna- quizás sea esta la razón de
peso del adiós: un mercado imperfecto que no le permitió al BBVA competir de
igual a igual.
El año pasado, el BBVA alcanzó
colocaciones de USD 13.849 millones (6,6% de participación) y logró utilidades
de USD 120,3 millones (6° lugar en ambas), obteniendo un Retorno sobre el
Patrimonio (ROE) de 10,11%. Nada mal per
sé, en términos de escala y resultados absolutos.
Lo habitual es comparar al BBVA
con los grandes: los cuatro grandes del sistema -Banco Santander, Banco de
Chile, BancoEstado y BCI- tienen participaciones de mercado (en colocaciones)
de 19,4%, 18,5%, 14% y 13,3%, respectivamente, sumando un 65,2% del mercado,
lograron utilidades de USD 709, 825, 239 y 508 millones, y obtuvieron un ROE de
16,9%, 19,6%, 10,37% y 14,5%, respectivamente. El análisis aquí, será,
determinar la estrategia de estos bancos -que tienen una escala que es entre 2
y 3 veces el BBVA- que explica el diferencial de retorno sobre el patrimonio.
Este estudio se lo dejamos a los analistas de la plaza.
Lo no habitual es comparar al
BBVA con los pequeños, y específicamente con uno que parece pequeño, pero que
fue el campeón de la banca en 2016: Banco Falabella (BF). BF tuvo un ROE de 27,3%,
esto es 2,4 veces el promedio del sistema. No hay nadie como él en el mercado.
Entonces, la pregunta relevante debería ser: ¿cómo fue posible que Banco
Falabella, que tiene sólo un 1,1% de participación de mercado, obtuviese
utilidades que equivalen al 68% de las utilidades del BBVA, siendo que éste
último es 6 veces más grande en colocaciones? Respuesta: por su estrategia.
Así, no le sirvió de mucho al BBVA ser 37 veces más grande que BF en
colocaciones comerciales, u 8 veces más grande en colocaciones hipotecarias,
cuando en créditos de consumo, que es donde
está el queso, las colocaciones del BBVA son sólo un 10% más que las de BF.
Si lo anterior parece asombroso,
consideremos ahora CMR, que enfatiza más el punto. La utilidad fue USD 183
millones en 2016, ¡Un 52% superior a las del BBVA, y con colocaciones que
equivalen a solo un 14% de las del BBVA! Así, las utilidades conjuntas de CMR
Falabella + Banco Falabella, de USD 265 millones, son más del doble de las del
BBVA, a pesar de que el BBVA es más de tres veces más grande en colocaciones.
La diferencia en eficiencia se explica principalmente por la diferencia en
ingresos (léase, intereses, comisiones y otros cobros) más que el manejo óptimo
en los gastos de apoyo. Por las dudas, repetimos, ahí está el queso.
Para ser justos con el BBVA, la
paliza es también para los grandes. ¿Cómo es posible que el Banco Falabella les
dé una goleada a equipos de elite, viejos zorros del sistema que se las saben
por libro?
Parece ser que ni el Banco de
Chile, ni el Santander, ni el BCI, ni BBVA, ni ninguno, han captado que el BF
tiene una especial sociedad de apoyo al giro bancario: la tienda de retail. Es gracias a la venta de zapatos
y camisas que BF logra tener un producto conjunto que el resto no puede
replicar. ¿Sabía usted que las utilidades del negocio del retail puro son mínimas en comparación con las que deja el negocio
financiero? Repetimos: ahí está el queso;
es la tienda de retail la que apoya
el negocio financiero y no al revés. Y los bancos ciertamente están en
desventaja. Lo curioso es que ni siquiera alegan sobre el giro único de los
bancos.
Es lamentable cuando un jugador
como BBVA se va y no es reemplazado por uno nuevo; más concentración en un
mercado imperfecto, donde a) no se calcula correctamente el costo anual de los
créditos, b) el CAE no incorpora todos los costos y gastos asociados a un
crédito, c) se fija una Tasa Máxima Convencional en función de un techo de 50%
por sobre lo que cobraron los mismos bancos el período pasado, d) existen
cobros unilaterales, cláusulas abusivas y cobros mensuales y semestrales que no
dan cuenta de una contraprestación distinta al uso del dinero que se da en
préstamo, por el que ya se cobró interés, e) donde ventas atadas se disfrazan
de ventas conjuntas, f) donde tan altas rentabilidades -que en pocos años
recuperan todo el capital invertido y curiosamente no logran atraer nuevos
entrantes- son tan elogiadas por los analistas y no estudiadas como una señal de
que por lo menos algo pasa, g) donde hasta profesionales demuestran
analfabetismo financiero, y h) donde la legislación permite cobrar por el lado
y exceder la tasa Máxima Convencional. En definitiva, un mercado donde las
distintas instituciones que regulan brillan por su ausencia.
Iván Rojas B.
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