El Tribunal de la Libre Competencia se encuentra analizando la propuesta de fusión entre dos grandes del retail: Falabella y D&S. Los argumentos a favor y en contra han sido expuestos y se espera una decisión final dentro de aproximadamente un mes.
Entre los argumentos a favor, están los entregados por economistas ligados a una de las casas de estudios más importantes del país (si no la más importante). En síntesis, el informe de 249 páginas (disponible en http://www.tdlc.cl/) plantea básicamente que la fusión permitirá a la compañía obtener sinergias en costos, economías de ámbito, ventajas de una mayor escala y oportunidades de crecimiento por eficiencias, menor costo de capital e internacionalización. Los precios de compra más bajos en el exterior irían en beneficio de los consumidores.
El problema es que se asume a priori que dichos beneficios serían traspasados a los consumidores, como si esto fuera un paso natural del proceso. He ahí un error importante, porque no necesariamente existiría este incentivo en una empresa que legítimamente busca maximizar sus beneficios, y donde la fusión constituye indudablemente un paso positivo en este objetivo. Es más, dicho traspaso se nubla cuando se trata de un cambio estructural en la industria global del retail y no solo de los supermercados. Es este cambio estructural el que refuta el argumento de que la sola concentración no basta para anular la fusión y que debería estar acompañada de barreras a la entrada y sustitutos cercanos.
Una presentación en contra de la fusión (10 páginas, disponible en http://www.outsider.cl/) plantea un análisis general acerca de la conveniencia de realizar o no la fusión. Entre los puntos podemos destacar los siguientes:
1) Fusión implicaría un cambio estructural de la industria: el 52% de las ventas de grandes tiendas, supermercados y mejoramiento del hogar pertenecerían a solamente dos actores: Falabella más D&S sumarían un 33% y Cencosud 19%. Un paralelo: si el banco Santander Chile (Nº1) y el BCI (Nº 3) se fusionaran, llegarían a una cuota equivalente de mercado de 35% sobre las colocaciones bancarias totales en Chile, y entonces sólo 2 actores, al sumar al Banco de Chile (Nº2), concentrarían el 53% de las colocaciones. Comentario: si una fusión así se hiciera, ¿no es cierto que por lo menos daría que hablar? ¿Qué cree Ud. que resultaría con dicha fusión hipotética, mayores o menores tasas de interés a los clientes?
2) El 40% de las utilidades consolidadas tienen origen financiero. Las tasas de los créditos bordean el 40% anual y su costo de fondos es del orden del 7% anual. En Estados Unidos, las tasas equivalentes son del 14% y 5%, respectivamente. Las menores alternativas de crédito afectan a los más pobres. Comentario: por ello es necesario el análisis global de la fusión y no sólo centrarlo en la concentración que tendrían los supermercados. Sugerencias tales como aprobar la fusión con la condición de que se venda un supermercado en Talagante, por ejemplo, no atacan el problema de fondo.
3) Es indudable que los dos mayores actores del retail en Chile marcarían la pauta en la industria. El resto, mero observador y seguidor de la estrategia de aquéllos.
4) La fusión equivale a comprar participación de mercado a cambio de competir abriendo locales, fortaleciendo el equilibrio oligopólico. Los posibles nuevos entrantes lo harán al “club” existente, sin cambiar las reglas del juego. Comentario: se argumenta que la entrada de Saieh a la industria de los supermercados es una muestra de las pocas barreras a la entrada. Pero esta es una transacción a nivel societario, un mero cambio de nombre, ¿o acaso hemos visto que se están construyendo más supermercados?
Es pretencioso exponer en una sola página todos los argumentos a favor y en contra, pero en síntesis resulta razonable concluir que los beneficios para la entidad fusionada probablemente no sean traspasados a los consumidores en su integridad. Si el mercado global del retail es de unos USD 31.000, un aumento en los precios de 1% anual, llevaría a pagar una cuenta extra de USD 310 millones al año, ¿un Transantiago de menores excedentes? Le dejamos la tarea de calcular el valor presente de esto y compararlo con los beneficios de la fusión para la compañía.
Una fusión es una transacción que legítimamente forma parte de la estrategia corporativa de la empresa. Lo que es bueno para una empresa, no necesariamente también lo es para el país. Lo anterior es obvio pero se tiende a olvidar, especialmente si la discusión gira en torno a eventos puntuales y nos llenamos de cifras, indicadores y regresiones que, como dicen en el campo, “embolinan la perdiz”.
Ojalá que el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia realice el “análisis de equilibrio general” y le haga honor a su nombre.
Entre los argumentos a favor, están los entregados por economistas ligados a una de las casas de estudios más importantes del país (si no la más importante). En síntesis, el informe de 249 páginas (disponible en http://www.tdlc.cl/) plantea básicamente que la fusión permitirá a la compañía obtener sinergias en costos, economías de ámbito, ventajas de una mayor escala y oportunidades de crecimiento por eficiencias, menor costo de capital e internacionalización. Los precios de compra más bajos en el exterior irían en beneficio de los consumidores.
El problema es que se asume a priori que dichos beneficios serían traspasados a los consumidores, como si esto fuera un paso natural del proceso. He ahí un error importante, porque no necesariamente existiría este incentivo en una empresa que legítimamente busca maximizar sus beneficios, y donde la fusión constituye indudablemente un paso positivo en este objetivo. Es más, dicho traspaso se nubla cuando se trata de un cambio estructural en la industria global del retail y no solo de los supermercados. Es este cambio estructural el que refuta el argumento de que la sola concentración no basta para anular la fusión y que debería estar acompañada de barreras a la entrada y sustitutos cercanos.
Una presentación en contra de la fusión (10 páginas, disponible en http://www.outsider.cl/) plantea un análisis general acerca de la conveniencia de realizar o no la fusión. Entre los puntos podemos destacar los siguientes:
1) Fusión implicaría un cambio estructural de la industria: el 52% de las ventas de grandes tiendas, supermercados y mejoramiento del hogar pertenecerían a solamente dos actores: Falabella más D&S sumarían un 33% y Cencosud 19%. Un paralelo: si el banco Santander Chile (Nº1) y el BCI (Nº 3) se fusionaran, llegarían a una cuota equivalente de mercado de 35% sobre las colocaciones bancarias totales en Chile, y entonces sólo 2 actores, al sumar al Banco de Chile (Nº2), concentrarían el 53% de las colocaciones. Comentario: si una fusión así se hiciera, ¿no es cierto que por lo menos daría que hablar? ¿Qué cree Ud. que resultaría con dicha fusión hipotética, mayores o menores tasas de interés a los clientes?
2) El 40% de las utilidades consolidadas tienen origen financiero. Las tasas de los créditos bordean el 40% anual y su costo de fondos es del orden del 7% anual. En Estados Unidos, las tasas equivalentes son del 14% y 5%, respectivamente. Las menores alternativas de crédito afectan a los más pobres. Comentario: por ello es necesario el análisis global de la fusión y no sólo centrarlo en la concentración que tendrían los supermercados. Sugerencias tales como aprobar la fusión con la condición de que se venda un supermercado en Talagante, por ejemplo, no atacan el problema de fondo.
3) Es indudable que los dos mayores actores del retail en Chile marcarían la pauta en la industria. El resto, mero observador y seguidor de la estrategia de aquéllos.
4) La fusión equivale a comprar participación de mercado a cambio de competir abriendo locales, fortaleciendo el equilibrio oligopólico. Los posibles nuevos entrantes lo harán al “club” existente, sin cambiar las reglas del juego. Comentario: se argumenta que la entrada de Saieh a la industria de los supermercados es una muestra de las pocas barreras a la entrada. Pero esta es una transacción a nivel societario, un mero cambio de nombre, ¿o acaso hemos visto que se están construyendo más supermercados?
Es pretencioso exponer en una sola página todos los argumentos a favor y en contra, pero en síntesis resulta razonable concluir que los beneficios para la entidad fusionada probablemente no sean traspasados a los consumidores en su integridad. Si el mercado global del retail es de unos USD 31.000, un aumento en los precios de 1% anual, llevaría a pagar una cuenta extra de USD 310 millones al año, ¿un Transantiago de menores excedentes? Le dejamos la tarea de calcular el valor presente de esto y compararlo con los beneficios de la fusión para la compañía.
Una fusión es una transacción que legítimamente forma parte de la estrategia corporativa de la empresa. Lo que es bueno para una empresa, no necesariamente también lo es para el país. Lo anterior es obvio pero se tiende a olvidar, especialmente si la discusión gira en torno a eventos puntuales y nos llenamos de cifras, indicadores y regresiones que, como dicen en el campo, “embolinan la perdiz”.
Ojalá que el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia realice el “análisis de equilibrio general” y le haga honor a su nombre.
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