jueves, 16 de febrero de 2017

Febrero en Santiago. Parte I






 
Agradable. Ojalá fuera así todo el año. La menor cantidad de gente producto del peak de vacaciones hace que los residentes tengan mayor espacio urbano para vivir. Tener mayor espacio urbano es equivalente a decir que la densidad (habitantes por hectárea) es menor.

Algunas cifras. Santiago tiene unos 6.265.000 habitantes, que viven en una ciudad (mancha urbana) de unas 98.400 hectáreas[1]. La densidad, por lo tanto, es de 64 hab/ha, que es lo mismo que decir que hay solo unos 157 metros cuadrados de espacio urbano por habitante. Vivimos bastante apiñados.

Supongamos que en el peak de vacaciones en febrero llega a por lo menos unos 1,5 millones de santiaguinos menos[2]. La densidad caería a unos 48 hab/ha. Por eso es tan agradable.

Contrario a lo que se podría pensar, Santiago es chico para la cantidad de habitantes que tiene.  Nueva York es 12 veces más grande que Santiago, Chicago 7 veces, París 2,9 veces, Londres 1,8 veces, Madrid 1,3 veces y Berlín 1,4 veces (esta última con una cantidad de habitantes bastante menor).

Ciudad
Habitantes
Superficie (hectáreas)
Densidad (hab/ha)
Nueva York
20.685.000
1.164.200
18
Chicago
9.185.000
685.600
13
Paris
10.870.000
284.500
37
Londres
10.350.000
173.800
56
Madrid
6.240.000
132.100
47
Berlín
4.085.000
134.700
30
Santiago
6.265.000
98.400
64

 

Está claro: las ciudades más agradables para vivir entregan mayor espacio urbano por habitante, incluso aquellas megaciudades. El indicador (inverso) es la densidad. Existe una correlación (negativa) entre PIB per cápita y densidad de las ciudades: a mayor PIB per cápita, menor densidad. Todas las ciudades que aparecen en los ranking de calidad de vida tienen un denominador común: baja densidad. Esto ocurre porque a mayor ingreso, se demandan casas más grandes, segunda viviendas, más autos, parques, avenidas y espacio urbano en general, bienes con elasticidad ingreso mayor a 1, efecto que complementa la demanda de suelo por crecimiento de la población.

Un ejemplo bastante indicativo es que la gran mayoría de las ciudades norteamericanas, independiente de si tienen una gran población o son pequeñas, se caracteriza por tener una bajísima densidad, muchas de ellas menor a 20 hab/ha. Las ciudades canadienses son otro ejemplo: Toronto tiene 6.550.000 habitantes (similar a Santiago), pero la ciudad es 2,3 veces Santiago; Montreal tiene 3.570.000 habitantes y la ciudad es 1,6 veces Santiago;  Vancouver tiene 2.310.000 habitantes y la ciudad es más grande que Santiago; y Ottawa, 1.010.000 habitantes en una superficie que es la mitad de Santiago. ¿Las densidades? Entre 20 y 29 hab/ha, respectivamente.

La gente se agrupa en ciudades dados los beneficios que ésta entrega, convirtiendo a la ciudad en una gran unidad productiva. Pero los beneficios de la concentración también traen aparejados desventajas. La problemática urbana, por lo tanto, está en el manejo (más) eficiente de las externalidades positivas y negativas que genera la ciudad.  Y aquí estamos al debe.

 

Iván Rojas B.


 



[1] Fuente: www.demographia.com, “Demographia World Urban Areas: 12th edition: 2016.
[2] Se ha señalado que un 58% de los santiaguinos sale de vacaciones todos los años; un 18% cada dos años. El cálculo asume que 2/3 sale en febrero, y que, a su vez, la mitad se concentra en la semana peak de este mes.

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