Agradable. Ojalá fuera así todo
el año. La menor cantidad de gente producto del peak de vacaciones hace que los residentes tengan mayor espacio
urbano para vivir. Tener mayor espacio urbano es equivalente a decir que la
densidad (habitantes por hectárea) es menor.
Algunas cifras. Santiago tiene
unos 6.265.000 habitantes, que viven en una ciudad (mancha urbana) de unas
98.400 hectáreas[1]. La
densidad, por lo tanto, es de 64 hab/ha, que es lo mismo que decir que hay solo
unos 157 metros cuadrados de espacio urbano por habitante. Vivimos bastante
apiñados.
Supongamos que en el peak de vacaciones en febrero llega a por
lo menos unos 1,5 millones de santiaguinos menos[2].
La densidad caería a unos 48 hab/ha. Por eso es tan agradable.
Contrario a lo que se podría
pensar, Santiago es chico para la cantidad de habitantes que tiene. Nueva York es 12 veces más grande que
Santiago, Chicago 7 veces, París 2,9 veces, Londres 1,8 veces, Madrid 1,3 veces
y Berlín 1,4 veces (esta última con una cantidad de habitantes bastante menor).
Ciudad
|
Habitantes
|
Superficie
(hectáreas)
|
Densidad
(hab/ha)
|
Nueva York
|
20.685.000
|
1.164.200
|
18
|
Chicago
|
9.185.000
|
685.600
|
13
|
Paris
|
10.870.000
|
284.500
|
37
|
Londres
|
10.350.000
|
173.800
|
56
|
Madrid
|
6.240.000
|
132.100
|
47
|
Berlín
|
4.085.000
|
134.700
|
30
|
Santiago
|
6.265.000
|
98.400
|
64
|
Está claro: las ciudades más
agradables para vivir entregan mayor espacio urbano por habitante, incluso
aquellas megaciudades. El indicador (inverso) es la densidad. Existe una
correlación (negativa) entre PIB per cápita y densidad de las ciudades: a mayor
PIB per cápita, menor densidad. Todas las ciudades que aparecen en los ranking
de calidad de vida tienen un denominador común: baja densidad. Esto ocurre
porque a mayor ingreso, se demandan casas más grandes, segunda viviendas, más
autos, parques, avenidas y espacio urbano en general, bienes con elasticidad
ingreso mayor a 1, efecto que complementa la demanda de suelo por crecimiento
de la población.
Un ejemplo bastante indicativo es
que la gran mayoría de las ciudades norteamericanas, independiente de si tienen
una gran población o son pequeñas, se caracteriza por tener una bajísima
densidad, muchas de ellas menor a 20 hab/ha. Las ciudades canadienses son otro
ejemplo: Toronto tiene 6.550.000 habitantes (similar a Santiago), pero la
ciudad es 2,3 veces Santiago; Montreal tiene 3.570.000 habitantes y la ciudad
es 1,6 veces Santiago; Vancouver tiene
2.310.000 habitantes y la ciudad es más grande que Santiago; y Ottawa,
1.010.000 habitantes en una superficie que es la mitad de Santiago. ¿Las
densidades? Entre 20 y 29 hab/ha, respectivamente.
La gente se agrupa en ciudades
dados los beneficios que ésta entrega, convirtiendo a la ciudad en una gran
unidad productiva. Pero los beneficios de la concentración también traen
aparejados desventajas. La problemática urbana, por lo tanto, está en el manejo
(más) eficiente de las externalidades positivas y negativas que genera la
ciudad. Y aquí estamos al debe.
Iván Rojas B.
[2]
Se ha señalado que un 58% de los santiaguinos sale de vacaciones todos los
años; un 18% cada dos años. El cálculo asume que 2/3 sale en febrero, y que, a
su vez, la mitad se concentra en la semana peak
de este mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario