Un reciente requerimiento de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) ante
el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia plantea que las empresas Faasa
Chile Servicios Aéreos Ltda. y Martínez Ridao Chile Ltda. se coludieron para
fijar precios y condiciones de mercado en su servicio de combate de incendios
forestales. Según la FNE, esta conducta habría afectado directamente a
entidades privadas y públicas, como la Conaf, Celulosa Arauco, Mininco y la
Onemi. Todos indefensos niños de pecho.
Así, tenemos a Conaf analizando posibles acciones legales. Por su parte,
los abogados de CMPC también están “estudiando los antecedentes”. ¿El diablo
vendiendo cruces?
Por supuesto, toda colusión es repudiable; todo cartel tiene afectados.
Pero, ¿será que es invierno y hace frío que la FNE está preocupada de tan
relevante cartel del fuego? Capaz que el próximo cartel a analizar sea el de
los carritos de maní del centro. ¿O serán las vacaciones de invierno que tiene
a los medios de comunicación rellenando sus páginas?
Perdónenme una cosa, pero hasta los nombres de estas empresas de Responsabilidad
Limitada (que quizás usted, al igual que yo, no las había visto u oído ni en
pelea de perros) son, como decirlo sin que se malinterprete, ratones de cola pelá (iba a usar el
adjetivo “rasca”, pero me arrepentí)
en relación con su contraparte. ¿Cuál será el verdadero poder negociador de
estas dos empresitas contra el gran CMPC, como para hablar de posición
dominante? ¿Contra la Conaf y la Onemi? ¿Qué porcentaje de los costos de la
CMPC será la facturación de Faasa -no la farmacia, por si acaso- y Martínez? Capaz
que la propia flota interna anti-incendios de la CMPC sea más grande que Faasa
y Martínez juntas, y sus costos de operación sean varias veces las ventas de
aquellas. ¿Cuál es la elasticidad precio de la demanda de un insumo que es un
porcentaje mínimo de los costos totales?
Y en lo relevante, ¿cuántas hectáreas no se combatieron adecuadamente
producto del sobreprecio cobrado?
El presupuesto de la FNE es considerablemente menor que el de Sernac,
Onemi, Servel, Injuv y el Consejo Nacional de Televisión, por citar algunos. Es
una pena que la FNE pierda tiempo valioso y destine sus limitados recursos en un
tema que es más bien menor en relación a otros “incendios” cuyo costo social es
varias veces el del cartel del fuego. Costo de oportunidad creo que le llaman. Retail,
bancos, telecomunicaciones, isapres, agricultura en general, transporte... son
algunos sectores que se han abarcado por “encimita” no más.
A veces los árboles no dejan ver el bosque. Menos cuando hay humo… humo
de incendio.
Iván Rojas Bravo
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