https://www.elmostrador.cl/destacado/2021/02/04/de-la-calle-al-terrorismo-financiero-el-caso-gamestop/
Se comenta que lo que pasó la semana
pasada en Wall Street es inédito y preocupante. Nadie apostaba por el futuro de
las acciones de GameStop, una tienda física de videojuegos al borde la quiebra.
Es más, importantes inversionistas (hedge funds) tenían posiciones de venta corta,
es decir, apostaron a beneficiarse de la caída del precio de la acción,
mediante pedir prestadas acciones, venderlas en $X, esperar a que caiga el precio,
comprarlas en $Y (menor que $X), pagar el arriendo y devolver las acciones.
Beneficio final: $X menos $Y menos el costo financiero por el préstamo. Pero
nada asegura que la apuesta sea segura. Si no cae el precio, el beneficio se
convierte en pérdida.
¿Y qué pasó ahora, que fue tan
preocupante? Desde la comunidad del foro WallStreetBeets de Reddit se gestó la
idea de “salvar” a GameStop y se organizaron para generar miles de “compras
hormiga”, provocando una presión compradora. Resultado: el precio de la acción
de GameStop pasó de US$17,69 a un máximo de casi USS400, obteniendo una
capitalización bursátil de US$28.000 millones, fuera de todo fundamento.
Los grandes inversionistas que apostaron
en contra no podían creer las pérdidas que estaban teniendo. Y entre lágrimas
pedían mayor regulación –sí, ¡mayor regulación!- para estos piratas
financieros. De Ripley. Es que ahí, cuando me afecta el bolsillo, la
especulación es mala, y hay que preocuparse, aunque esto implique recurrir a
papá Estado.
Algunas reflexiones
·
La
especulación no es nueva. Siempre habrá especulación, la que convivirá con más
o menos regulación.
·
El
avance tecnológico permite al ciudadano común acceder a servicios que antes
estaban muy ajenos o lejanos. Que no se crea que con regulaciones se puede
tapar el sol con un dedo. Que no se repita el show de los taxis con Uber.
·
Miles
y millones de hormigas pueden ser más grandes que cualquier toro de
WallStreet…y para qué decir de los toritos criollos.
·
El
mayor acceso a adquirir activos financieros por parte de los simples mortales
hará que su mayor demanda afecte también el retorno libre de riesgo. Serán
papeles más escasos con retornos cercanos a cero o incluso negativos. Esto ya
se ha visto. Lo que planteo acá es que este fenómeno lo reforzará y por lo
tanto, creer que el fenómeno de tasas muy bajas, cero o incluso negativas, es
pasajero, es un error conceptual importante. Mala noticia para las pensiones: malas
noticias para las AFP, que están con respirador mecánico, y para las compañías
de seguros que venden rentas vitalicias, que ya están muertas hace rato.
·
Los
mercados tendrán que acostumbrarse a mayores niveles de volatilidad en los
precios de los activos financieros. Mala noticia para las pensiones que
trabajan con el tan manoseado retorno esperado y se olvidan del Equivalente
Cierto. Ojalá que los responsables de la reforma al sistema de pensiones por lo
menos consideren unos minutos en reflexionar en este tema.
·
La
volatilidad en los precios y la mayor demanda de activos financieros refuerzan el
hecho de que la tasa libre de riesgo de no pago, en equilibrio, debería ser muy
muy baja.
·
La
mayor volatilidad refuerza también la amenaza que la destrucción creativa tiene
sobre las empresas que no operan en ambientes de competencia real y donde el
costo de reposición es una fracción de su valor actual de su patrimonio.
·
La
mayor acceso de los inversionistas hormiga a información pública y gratuita de
calidad, junto con la mayor conectividad y poder de organización, permitirá
“castigar” a aquellas empresas que producto del aprovechamiento de
externalidades y de la poca competencia, han generado rentas anormales; léase
abusos.
·
La
especulación es sin llorar. Y si bien se trata de precios que se alejan de sus fundamentals, que es lo que al final
debe imponerse, mientras se llega al precio “correcto”, varios muertos pueden
quedar en el camino. Pero la pérdida para una hormiga es distinta a la pérdida
de un toro. Para una hormiga, la aventura puede ser incluso un juego.
·
La
organización de la calle bien puede ser una antesala a la organización de los monitores.
Esta nueva amenaza debería ser internalizada en el análisis de los precios de
cualquier activo financiero. ¿Una nueva forma de terrorismo?
·
Finalmente,
y a propósito de GameStop, un mensajito a la CMF: ¿Por qué no revisan los precios
de cierre trimestrales de las acciones de las empresas AAA locales, esos
precios que se marcan con unas pocas lucas gastadas y sirven para el cierre de
los estados financieros?
Iván Rojas
No hay comentarios:
Publicar un comentario