Falabella está
en crisis. A diciembre de 2022 registra más de US$1 billón en deudas
financieras de corto plazo, las cuales debe pagar/renovar para seguir viviendo.
En el mercado se comenta que debe pagar US$600 millones este año para no perder
su nota crediticia. ¿Cuál es el plan? Vender activos (se dice que podría
recaudar US$250 millones) más un necesario y considerable aumento de capital.
En esta columna expongo cual es el verdadero problema de Falabella y cuya
solución es más compleja que un aumento de capital.
¿Está
sobreendeudada Falabella? La respuesta es: depende. Hace 10 años, la deuda
financiera de Falabella era de US$4.173 millones (2012); en 2022, la deuda fue
US$5.429 millones. Pero en 2012 Falabella tuvo utilidades netas de US$853
millones; US$948 millones en 2013 y US$909 millones en 2017, previo a la
pandemia. El año 2021 tan malo no fue (utilidades de US$823 millones). Sin
embargo, en 2022 Falabella solo ganó US$155 millones. Entonces, tener una deuda
que es 35 veces las utilidades del año puede ser un problema serio, sobre todo
cuanto ésta se mantenía en torno a 5 veces.
¿Y por qué fue
tan trágico el año pasado? Falabella tuvo pérdidas en el negocio no financiero.
Consideremos Chile, que es donde tiene más desarrollada su estrategia integral
y que explica parte significativa de las utilidades del holding. En 2022 Chile aportó US$272 millones en utilidades (en
2012 aportó US$528 millones), y el negocio no financiero explicó el 58% de las
ganancias. Y en lo no financiero, el negocio inmobiliario y Sodimac aportaron
utilidades, mientras que las tiendas por departamento y supermercados tuvieron
pérdidas.
Aquí viene el
primer punto que quiero destacar. Si bien el 2022 no fue un año bueno para el retail en general, lo que ha ocurrido en
Falabella debe ser analizado con cuidado. Si bien en 2022 el segmento de
tiendas por departamento perdió plata, en los últimos años nunca ha sido
realmente importante en la generación de utilidades. En Chile, las tiendas por departamento
aportaron menos del 10% de las utilidades totales previo a la pandemia (8,9% en
2018; 7,4% en 2017). Por su parte, el segmento de supermercados no existe:
aporta menos del 3% de las utilidades totales previo a la pandemia (2,3% en
2018; 2,1% en 2017), y en 2022 perdió plata. En cambio, en los últimos 10 años
el negocio financiero no solo ha ido ganando protagonismo, sino que ha sido
esencial, convirtiéndose en la principal fuente de utilidades.
Falabella es y
ha sido desde hace a lo menos una década, un negocio financiero, que se apoya
en el retail para generar utilidades.
Es así y no al revés. En Chile, las utilidades del negocio financiero superan
con creces las utilidades de las tiendas por departamento. Ya en 2012 el
negocio financiero generaba utilidades 2,78 veces superiores a las generadas
por la tienda por departamento; previo a la pandemia 5,08 veces; y en 2021 fue
2,27 veces. Con pandemia, crisis e inflación, el negocio financiero ciertamente
se ve afectado, pero no le entran balas y sigue generando utilidades. En 2022 las utilidades del negocio financiero
superaron a las del negocio no financiero.
Si al análisis
anterior le quitamos el negocio inmobiliario, dejando solamente el negocio
financiero, Sodimac, tiendas por departamento y supermercado, las cifras
comparativas son aún más elocuentes. Dejo esta tarea para que se entretengan
los analistas. Revisen la nota 36 de la Memoria 2022, que está por allá en la
página 308 de la Memoria anual de Falabella… la página más importante de las
330 que tiene el libro.
A propósito de
la Memoria anual, la impresión (errónea) que uno se lleva al leer páginas y
páginas es que Falabella es una gran tienda por departamento con negocios
derivados. Dicha impresión errada se refuerza al ver la publicidad y leer los
análisis superficiales que se centran mucho en las ventas por metro cuadrado y
no tanto en la tasa de costo final que paga el cliente con tarjeta CMR.
La realidad es
que Falabella no gana mucha plata vendiendo zapatos, camisas ni televisores; y
mucho menos vendiendo abarrotes. Todo esto es accesorio para potenciar el real
negocio, el financiero. A Falabella le interesa que usted compre la camisa y
pague con su tarjeta CMR. Recuerdo que hace unos 10 años recibí un sorpresivo llamado
de un analista de un banco de inversión de Estados Unidos haciéndome preguntas
sobre el mismo análisis comentado en esta columna; con los datos a dicha fecha,
las conclusiones ya eran claras. Me llamó la atención lo que me dijo: que
ningún analista había hecho tal diagnóstico y que se centraban mucho en “las
ventas por metro cuadrado”, y que esa era la razón por la cual quería conversar
conmigo. Pues bien, lo que ha pasado en los últimos 10 años ha reforzado tal
diagnóstico.
La crisis de
Falabella no se soluciona (solamente) con un aumento de capital ni con cambios
en la presidencia. No se trata de abordar solo el lado derecho del balance. También,
el caso Falabella va más allá del management.
Se trata de un caso de economía, y específicamente de cómo una empresa ha
aprovechado las imperfecciones en el mercado del crédito para obtener rentas
anormales. Producto de la insuficiente información y competencia, escasa
regulación y control y analfabetismo financiero, Falabella ha logrado extraer
lo mejor de dos mundos: financiero y retail,
siendo éste último un apoyo al primero. Ha establecido un negocio de tiendas
por departamento y supermercado, con discretas utilidades o incluso pérdidas,
pero cuya presencia y alcance ha permitido ventas conjuntas y atadas, marcando
la pauta al resto del retail que
copia su estrategia y minimizando a los comerciantes que no disponen de medio
de pago propio. Y en el negocio financiero, coloca créditos a tasas de costo
final para el cliente (sumando todos los gastos, seguros, cobros
administrativos de mantención y comisiones) que la Tasa Máxima Convencional no
controla.
Y la banca
tradicional -que de partida no es competitiva- está incluso en clara desventaja.
El banco Chile y Santander no pueden vender camisas ni perfumes para enganchar créditos
caros.
¿Cuánto tiempo
más durarán estas imperfecciones de mercado? En la medida que Chile retome el
camino hacia el desarrollo y se corrijan los desequilibrios económicos, el “modelo”
cambie desde pro-empresa a pro-mercado, se minimice cada vez más la influencia
de grupos de interés en todos los ámbitos, la regulación sea más efectiva y
esté en línea con una sociedad que exige respuestas y acción, habrá cada vez
menos cabida para compañías que sustentan su estrategia de desarrollo en
imperfecciones de mercado. En el lenguaje coloquial, las imperfecciones de
mercado se llaman comúnmente abusos.
El futuro de
Falabella dependerá de cómo se adapte a este nuevo escenario que tarde o
temprano llegará con real competencia, innovación y destrucción creativa; en
definitiva, un escenario de equilibrio. Su historial no es bueno. No está
acostumbrada a competir de verdad, y me refiero a la competencia desde el punto
de vista económico y no del marketing (en esto último nos expertos). Falabella
se ha hecho adicta a las rentas anormales provenientes de un desequilibrado
negocio financiero… depende cada vez más de ellas para sobrevivir. Y lo que la
hizo grande, quizás sea la causa de su lenta decadencia.
Los fondos
buitres del mercado siguen apostando con sus ventas cortas a que las acciones
de Falabella van a seguir cayendo. Mi
apuesta es que Falabella ya alcanzó su máxima grandeza. Su modelo de negocio
depende de un desequilibrio y se está agotando. Venderá todos los negocios
accesorios y terminará siendo absorbida por un google bank. El nuevo precio de la acción deberá ser coherente con
este nuevo equilibrio.
Iván Rojas B.
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