http://www.elmostrador.cl/mercados/2015/09/14/opinion-a-proposito-de-la-comision-bravo-una-mirada-a-profunda-al-sistema-de-pensiones/
Es el título del libro que acabo de publicar, cuyo texto digital está disponible gratuitamente (fono 226110440). Contiene una visión analítica y crítica del sistema, sin eufemismos, que pienso sinceramente es distinta a lo que comúnmente se lee. Aquí ocho puntos principales.
Es el título del libro que acabo de publicar, cuyo texto digital está disponible gratuitamente (fono 226110440). Contiene una visión analítica y crítica del sistema, sin eufemismos, que pienso sinceramente es distinta a lo que comúnmente se lee. Aquí ocho puntos principales.
1)
Un análisis del sistema de pensiones debe
considerar tanto el proceso previo a la jubilación (ahorro en las AFP) como lo
que ocurre después en el pago de las pensiones, donde las Compañías de Seguros
de Vida (CSV) tienen un rol determinante en las Rentas Vitalicias ofrecidas. La
mayoría se enfoca solo en la primera parte (¿comisión Bravo?).
2)
La idea del sistema de capitalización individual
es buena en relación al insostenible sistema de reparto, pero no es la solución
al problema demográfico de la sobrevida en la tercera y cuarta edad. Contrario
a lo que se tiende a creer, el mercado de capitales no tiene atributos para dar
una solución integral a este problema. Por lo tanto, el sistema de pensiones es
sólo un complemento a otras alternativas de ahorro que las personas deben
prever y a otras fuentes de recursos cuando se jubilen, como por ejemplo, la
solución natural que debería ser que los hijos sean los principales
responsables del cuidado de sus padres envejecidos. La única forma en que el sistema pueda
compensar las variables exógenas que no son de su responsabilidad (mayor
esperanza de vida, parcialmente lagunas previsionales y nivel de ingresos), y
lograr entregar pensiones equivalentes a un 70% del sueldo promedio de los
últimos años, es postergar en por lo menos 5 años la edad de jubilación y, como
mínimo, duplicar el porcentaje de descuento actual. Ambas en paralelo;
impracticables.
3)
La jubilación es una de las principales
inquietudes de la vida. Cuando se trata de diseñar un sistema de pensiones, su
estructura debe operar en un ambiente seguro, libres de riesgo de no pago y
debe asumir necesariamente condiciones de equilibrio y eficiencia de mercados.
Permitir riesgos en las inversiones con el fin de lograr más rentabilidad es un
juego que, por diseño del modelo, no entrega alternativas mejores que otras
(que dominen), pero se entra en la dimensión desconocida de la probabilidad de
perder. Hacer proyecciones usando retornos promedios es, entonces, además de conceptualmente
incorrecto, incompleto porque no se le dice al afiliado cuál es su peor
escenario, que es, terminar con un fondo acumulado inferior a la suma lineal de
los aportes realizados. Esta es la
principal responsabilidad en las promesas implícitas que hacen las AFP y las
promesas explícitas de las CSV en sus Rentas Vitalicias. También hay una
responsabilidad en las Autoridades en no haber dimensionado los elementos de
riesgo sistémico.
4)
Las condiciones actuales de nuestra economía son
radicalmente distintas a las que existían cuando se diseñó el sistema,
particularmente en lo que se refiere al riesgo país y retorno de las
inversiones. La caída en el riesgo país significó una caída en todo el espectro
de tasas de interés-descuento, revalorizando los activos por una sola vez.
Estas condiciones no se van a volver a repetir. Adicionalmente, existe una
caída a nivel internacional en las tasas libres de riesgo en los últimos diez
años, donde todo hace suponer que seguirán bajas. Alardear de retornos pasados
para validar el modelo tal vez nunca ha sido tan irrelevante para las
rentabilidades futuras.
5)
La evidencia que ha dejado la experiencia de más
de 30 años es que ninguna AFP es mejor que el promedio del sistema, ningún
multifondo es mejor que otro y, también, ningún multifondo es mejor que una
estrategia simple que siga a un índice accionario. Además, en sí el sistema es
caro: para una persona que cotizó el 100% del tiempo desde el inicio del
sistema, las comisiones representan por lo menos 300 puntos base de la
rentabilidad bruta promedio anual informada.
6)
Contrario a lo que se cree, el sistema de AFP no
es competitivo en sentido económico. Diferencias radicales de precios (comisiones)
a un producto que no se puede diferenciar es una muestra. Una AFP Estatal
debería apuntar a no ofrecer rentabilidades que no puede asegurar y, no
obstante, serán consideradas como una promesa, y centrarse en generar más
competencia por medio de cobrar comisiones que sean una fracción de las
existentes actualmente; tecnología disponible y mediante. Líder en costo y no
en rentabilidad. Y ofrecer “seguir al resto” en los aportes adicionales que los
afiliados pudieran hacer, porque los obligatorios no son para jugar en el
casino. Por su parte, extender aún más el proceso de licitación de cartera
permitiría atacar de mejor manera este mercado imperfecto.
7)
En relación a la etapa post-jubilación. Ya la
queja de la ciudadanía es que las pensiones son bajas, por distintas razones.
Pero aquí se agrega otro factor, incluso de mayor importancia, y es que los
riesgos asumidos podrían llevar a que incluso las Rentas Vitalicias de las CSV
no se paguen en su totalidad. Los modelos se supervisión basado en riesgo no
están cumpliendo su rol, porque se ha descuidado principalmente el efecto que
tienen las bajas tasas de interés en valorizar correctamente los pasivos de las
compañías de seguros. Si las compañías de seguros de vida valorizaran sus
pasivos siguiendo pautas puras libres de riesgo terminarían con patrimonio
negativo. Si a esto agregamos que castiguen sus activos aplicando el
equivalente cierto de cada uno o exigir un Estado de Resultado Económico
ajustado a cero riesgo, la situación empeora.
8)
Los controles de la Autoridad son ineficientes e
incluso contraproducentes. No apuntan a dar certeza en el pago de las
pensiones. En el modelo de las inversiones de las AFP, previo a jubilarse, se
permite riesgo en las inversiones, situación que es totalmente discutible porque
no hay magia en la dimensión riesgo-retorno y por las promesas implícitas que
se han hecho al estimar valores futuros usando retornos esperados. Con todo, y
en estricto rigor, este riesgo lo asume el afiliado en su eventual menor fondo
final acumulado. Pero en las Rentas Vitalicias de las compañías de seguros de
vida ya se ha asumido un compromiso ineludible con los pensionados. Hay una
promesa explícita que se debe cumplir contra viento y marea. Por lo tanto, si
ya es discutible que las AFP asuman riesgo, con mayor razón lo es para las
compañías de seguros. Los test de supervisión incluso hacen trampa al no
valorizar los pasivos a una tasa de cero riesgo, permitir que se ajusten a las
mayores expectativas de vida en cómodas cuotas anuales y permitir inversiones
riesgosas. Y el capital de respaldo es insuficiente.
Iván Rojas B.
Iván Rojas B.
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