lunes, 24 de agosto de 2009

La Ley de Okun


Hasta sólo unas semanas atrás, hablar abiertamente de recuperación era pecar de optimista. Aunque parezca increíble, los mismos agoreros que repetían que esta crisis era la peor después de la Gran Depresión, hoy nos dicen que lo peor ya pasó.

Una de las preguntas que queda por responder, sin embargo, es cuánto nos demoraremos en recuperar los niveles de empleo precrisis.

La denominada Ley de Okun —en estricto rigor, no es una ley; sólo una regularidad empírica encontrada por el economista norteamericano en la década de los 50— relaciona inversamente la tasa de desempleo con el nivel de producción de un país. De acuerdo a dicha regla, un aumento de 2,5 por ciento en el PIB real lleva de la mano una caída de 1% en la tasa de desempleo.

Pero las diferencias en como opera el mercado del trabajo entre países hacen que la regla de Okun no tenga una aplicación universal. The Economist muestra que entre enero 2009 y junio 2009 el producto interno bruto ha caído más en la Zona Euro (casi 6 por ciento) que en Estados Unidos (casi 4 por ciento); no así el desempleo, que ha aumentado en más de cuatro puntos porcentuales en Estados Unidos y sólo dos puntos porcentuales en la Zona Euro.

La recuperación tendría mayor impacto en el empleo de la economía norteamericana, caracterizada por una mayor flexibilidad laboral, que en el empleo de la economía europea.

Y aquí está nuestro talón de Aquiles. En los últimos 20 años, las modificaciones al código laboral chileno, efectuadas con criterio más político que económico, han estado lejos de promover el empleo. Una comparación con el mercado laboral norteamericano pone de manifiesto la gran diferencia entre ambos países. En Chile, si bien no hay cifras oficiales, la duración del desempleo se mide en meses; en Estados Unidos, en semanas.

Para el próximo año se proyecta que nuestro país crecerá en torno al 3,5%; y la cifra se eleva a 3,9 por ciento en 2011. ¡Pero se estima que el empleo podría demorarse hasta el año 2013 en alcanzar los niveles precrisis! ¿Cuánto antes se podría alcanzar una tasa de desocupación del 7% con una legislación laboral pro empleo?

Si tuviera la posibilidad de observar la actual realidad chilena, de seguro que Arthur Okun cambiaría su Ley.

martes, 18 de agosto de 2009

La riqueza de las naciones


La riqueza de las naciones (Adam Smith, 1776) se considera el primer texto moderno de economía. En sus cinco libros, conceptos como valor, producción y capital son analizados para determinar las causas de la riqueza, determinantes del grado de desarrollo de un país y, en definitiva, del bienestar de sus habitantes.

Sabemos que no necesariamente un país que posee abundantes recursos naturales tiene su desarrollo asegurado. Por mencionar sólo un ejemplo, Chile tiene 7,2 veces más recursos naturales per cápita que Japón, pero este último registra un PGB 19 veces más grande que el nuestro, corregido por Paridad de Poder de Compra. Lo que no es tan evidente es que tampoco el capital físico producido (maquinaria, equipamiento, estructura, ciudades) explica la riqueza.

Entonces, hay un componente “intangible” que explica la diferencia entre un país rico y uno pobre. Un estudio del Banco Mundial (“Where is the wealth of nations?, 2006) clasifica la riqueza de los países en tres categorías: recursos naturales, capital producido y la riqueza intangible. Esta última se compone del capital humano y de la calidad de las instituciones, principal estímulo de la productividad. Las cifras al año 2000 muestran que la riqueza intangible alcanza sólo los USD 4.434 per cápita en los países pobres, mientras que en los países OECD es USD353.339; en el primer grupo, la riqueza intangible representa el 59% de la riqueza total, mientras que en el segundo equivale a un 80%. Una muestra para algunos países se expone en el cuadro del inicio.

La diferencia entre Chile y Estados Unidos no está en la cantidad per cápita de recursos naturales. Es la riqueza intangible la que explica la brecha en la productividad: un estadounidense medio tiene acceso a más de USD418 mil en riqueza intangible, más de 7 veces la de un chileno: mejores sistemas de educación e instituciones que funcionan (lo que se denomina “Rule of Law”).

Cuatro reflexiones a partir de lo anterior:

1) Este componente intangible que explica parte sustancial de la riqueza, por su naturaleza, es difícil de cuantificar, y por lo tanto, incorporar a las cuentas nacionales. Cuando Estados Unidos importa una retroexcavadora, las cuentas nacionales la contabilizan como inversión en capital físico; cada año, a Estados Unidos llegan aproximadamente 1 millón de inmigrantes, de los cuales, a lo menos el 1% debe ser gente del más alto nivel de capacitación. ¿Cómo se contabiliza este subsidio? La balanza de pagos hace vista gorda a este evento, que es extremadamente más poderoso que la importación de una máquina. El PIB da cuenta de lo que sucede después, en términos de valor agregado.

2) Dado el nivel de riqueza intangible que soporta las actividades económicas en el mundo desarrollado, no debe sorprendernos que la distribución del ingreso mundial haya empeorado (la brecha entre ricos y pobres se ha cuadruplicado en los últimos diez años en el mundo), y siga empeorando mientras la institucionalidad de los países pobres no tenga un viraje importante.


3) El principal factor no transable es la mano de obra. En la medida que un país avanza al desarrollo, su capital humano se revaloriza, y por lo tanto, su precio aumenta. Esto trae asociado un tipo de cambio real menor. Así, es perfectamente factible observar a un país más competitivo y al mismo tiempo con un menor tipo de cambio real (la discusión que se ha dado en Chile de asociar un “alto” tipo de cambio con competitividad es sesgada y cortoplacista). Por lo tanto, lo que debería ocurrir en Chile es que su moneda se revalorice con respecto a los países desarrollados y se deprecie con respecto a los países menos desarrollados que realizan políticas económicas correctas. Relacionar el tipo de cambio con la entrada (o no entrada: “mejor dejamos los dólares afuera para no afectar el tipo de cambio”) o salida de divisas, o con la tasa de interés de política monetaria tiene una consideración de corto plazo, útiles como variables de decisión para un operador de mesa de dinero que hace trading de forward intradía, pero no para los fundamentals de la economía, necesariamente. Si la política monetaria – más o menos expansiva, o más o menos contractiva- es la correcta para la coyuntura de un país, esto se reflejará en un menor tipo de cambio real en el mediano plazo.

4) El capital humano de un país, a fin de desarrollarse y explotar a plenitud su potencial, debería sacarle el “mayor trote” posible a uno de los mercados más importantes de una economía: el mercado de capitales. ¿Pero por qué no están en Chile los Larry Page, Mark Zuckerberg o Steve Jobs? ¿No será, en parte, responsabilidad de aquel mercado, especialmente en lo que se refiere a su nivel de competencia, entendida ésta más allá que una guerra de ofertones? Resulta necesario salir al pizarrón y analizar el problema de fondo.


Finalmente, la gran pregunta aun por responder es ¿serán capaces los países pobres de romper el círculo vicioso y generar riqueza intangible? La hermana de la economía, la política, tiene gran protagonismo en la respuesta.

miércoles, 5 de agosto de 2009

10,7% de desempleo, ¿qué tan mal estamos?


La reciente cifra de 10,7% de desempleo publicada por el INE para el trimestre móvil abril-junio no deja contento a nadie. Aunque se esperaba un aumento debido a factores estacionales, el guarismo se compara muy desfavorablemente con el 8,4% registrado en similar trimestre del año anterior. La crisis se visualiza como el principal causante de este mal.

Pero, ¿qué tan mal estamos? Resulta interesante analizar la cantidad de ocupados y las remuneraciones promedio, datos absolutos, puros, que no tienen las distorsiones propias de la tasa de desempleo, cuociente formado por dos variables que están en constante movimiento -la cantidad de desocupados y la fuerza laboral-, donde especialmente el denominador está sujeto a discusión. Así, en el trimestre abril-junio 09, la cantidad de ocupados fue 6.514.270 personas, 68.860 menos que hace un año, pero el ingreso medio nominal creció 6,6%, mientras que el IPC lo hizo en 3%, tomando el mes de mayo como punto central. Es decir, el ingreso total de los chilenos aumentó 2,4%. En el gráfico adjunto se puede apreciar que el ingreso total de mayo 09 es superior en 6,6% y 3,2% a los ingresos totales de mayo 07 y septiembre 08 (antes de la crisis). Lo curioso es que la tasa de desempleo fue 6,9%, 8,4% y 7,5% en mayo 07, mayo 08 y septiembre 08, respectivamente… ¿deficiencias del ratio?



Queda sobre la mesa precisar si este aumento en las remuneraciones reales se explica en parte significativa por la pérdida de trabajo de personas con sueldos bajos. Con todo, el análisis PxQ por lo menos señala que el país como un todo no se encuentra tan mal, desde el punto de vista de los ingresos totales que posee ahora versus los que disponía hace doce meses. La comparación incluso será más benevolente hacia fines de año cuando la cantidad de ocupados muestre una recuperación.

Buenas noticias vendrán por el lado del consumo y el empleo. El ribete político de lo anterior podría ser relevante, dado el timing de las próximas elecciones, e incluso sorpresivo, especialmente para aquellos que pronosticaron una hecatombe.