domingo, 29 de julio de 2012

Retornos de las AFP y eufemismos (Parte II)


Siguiendo con las curiosidades de las matemáticas aplicadas a los retornos de la AFP,  permítaseme recordar un cálculo de la columna anterior: considerando las comisiones que cada afiliado paga en todo el periodo (1981-2012), el  retorno de cada multifondo disminuye de 10% a 6% promedio anual para el fondo A y de 8,8% a 5,4% promedio anual para el fondo E; el retorno de la estrategia que replica el IPSA disminuye de 18,5% a 15,7% promedio anual.



El mayor exceso de retorno por unidad de riesgo total (relevante) que muestra la cartera que sigue el IPSA la ubica como la estrategia ganadora. Del ranking dado por el índice de Sharpe podríamos concluir que:
a.     En 31 años, ningún multifondo de las AFP (continuador desde el año 2000 con cinco opciones) le ganaría a una estrategia simple de replicar el IPSA.

b.     Comparación entre multifondos: el mayor riesgo que asumen los fondos A y B versus el D y E no fue compensado con un suficiente premio por riesgo. En otras palabras, se asume mucho riesgo o incertidumbre para la poca rentabilidad que registraron. La misma rentabilidad del fondo A se podría haber obtenido con un portfolio conformado entre un activo libre de riesgo y el fondo E.

Veamos el impacto práctico de una opción versus las otras. Supongamos una persona que posee un sueldo de 15 UF (unos $339.000 mensuales) y tiene un 100% de densidad de cotización. ¿Cuánto acumula para su jubilación? Entre $40 y $47 millones en las cinco opciones de las AFP; ¡$258 millones en la estrategia que replica el IPSA! Suponiendo una mensualidad por los próximos 20 años a una tasa de 0,3% mensual, la jubilación con la AFP estaría entre $235.000 y $274.000 mensuales, mientras que con la opción de replicar el IPSA, sería $1.510.436 mensual. Condorito –y los 4,7 millones de cotizantes- dirían: ¡Exijo una explicación! A ver cual va a ser. Sin eufemismos, por favor.



La ventaja del sistema de AFP no es la mayor rentabilidad ofrecida. En equilibrio, a lo más podrían aspirar a lograr exceso de rentabilidad en coherencia con el mayor riesgo asumido, objetivo que ni siquiera se pudo cumplir en tres décadas. Para qué  hablar de rentabilidades esperadas. Si la rentabilidad no es (no puede) ser un elemento diferenciador entre las AFP, que se mueven en manada, o un elemento que agregue valor al sistema en su conjunto, las comisiones cobradas debieran corresponder al servicio de administración y de información de la cartera de cada afiliado. El impacto del avance en las tecnologías de información debería ser una caída dramática en el costo marginal de tal servicio y, en consecuencia, en su precio. La Rentabilidad sobre el Patrimonio de las AFP (ROE promedio de 27% anual, periodo 1997-2010) no es coherente con el verdadero servicio prestado.

La ventaja de las AFP es que se reemplazó un sistema estatal por uno de capitalización individual en que cada persona se obliga a ahorrar durante su vida laboral. Hacer promesas más allá de eso, no solo es errado, sino peligrosamente arriesgado.

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