viernes, 14 de diciembre de 2018

Work/Café, ¿Real innovación, o más de lo mismo?



Interesante comentar una entrevista al gerente general de Banco Santander, publicada hoy en Pulso (link más abajo), a raíz de que el banco fue uno de los ganadores del premio PwC Chile Innovación 2018, con su iniciativa “Work/Café”, un nuevo modelo de atención a clientes y negocios, que integra una cafetería.

Se plantea que “la banca, al igual que otras industrias, está desafiada por la transformación digital”, frase con la cual estamos absolutamente de acuerdo. Tal como se señala, “todas las industrias, y no sólo la banca, deben entender que hoy la tecnología avanza cada día y ha cambiado la forma en que las personas se relacionan con las empresas, modificando, incluso, sus costumbres, por lo que debemos estar a la altura de lo que los clientes esperan de nosotros”. Impecable frase.

Pero entrando al área chica, el tema de fondo es qué entendemos por innovación. Si quién da el premio estima que innovación es enchular el modelo actual, y por otro lado, si el ganador piensa que Work/Café es “nuestro ícono en innovación”, estamos mal. Doblemente mal.

Hemos dicho en reiteradas ocasiones que el efecto económico asociado a la transformación digital es la destrucción creativa, que reemplaza -¡sin piedad!- funciones de producción (especialmente en los servicios). La mayor eficiencia se daría por dicho reemplazo más que por “adaptaciones”. La destrucción creativa, además, no reconoce límites geográficos: las –cómodas para los actuales players- restricciones reglamentarias, barreras de distinto tipo, lobby del bueno y del malo, ciertamente pueden poner un cierto freno al cambio, pero no lo paralizarán.

La señal de precios de equilibrio es, entonces, clara. Es posible ofrecer el mismo servicio (o incluso un servicio muy mejorado), a una fracción del costo actual. De eso se trata la eficiencia; se desplaza la frontera de posibilidades de producción. ¿Cómo puede competir con eso un modelo que tiene una pesada mochila de costos fijos? ¿Enchulando, parchando o adaptando el modelo actual? ¿O metiendo más costos fijos aún, como Work/Café? Difícil, muy difícil… dice la canción.

Reforzando lo dicho. Como precio=costo marginal, los márgenes se reducen. Con márgenes reducidos, no hay costo fijo que aguante. “Seguirá existiendo el mundo presencial”. Sin duda, si al final somos de carne y hueso. El punto es: ¿a qué costo?

Capaz que en poco tiempo más, Work/café lo compre Starbucks… y barato.

Sí, la verdadera innovación tiene que ver con la real destrucción creativa más que con enchulamientos. Dichas diferencias no son solo discrepancias de opinión: al tener el foco mal puesto, se genera un innecesario freno al desarrollo, un costo social, y excedentes que no son absorbidos por el consumidor. Tarde o temprano la destrucción creativa se va a imponer a las obsoletas funciones de producción, pero mientras antes se haga, mejor.


Iván Rojas B.



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