Para esta semana está fijada la reunión de política monetaria del Banco Central. La gran mayoría ha pronosticado un aumento en la tasa, gatillado esencialmente por el “alto” IPC de julio (frase cliché para algunos analistas). Muy probablemente el mercado ya se anticipó a este evento. En otras palabras, el factor sorpresa al parecer no estará presente.
Si bien se haría necesario un alza moderada en la tasa de interés ya que además de factores coyunturales como las heladas que han afectado el precio de algunos productos, existirían factores estructurales de mayor plazo (precios de la energía y efectos secundarios) y la cantidad de dinero que está creciendo por sobre la aceleración de la economía, bien puede ser esta una oportunidad de oro para el Banco Central de actuar con sorpresa, "a la Greenspan”. Una señal clara al mercado que el tipo de cambio real aún estaría desalineado o debería seguir cayendo, ayuda a ajustar una variable macro determinante en el crecimiento, y de paso ayuda a aliviar las presiones inflacionarias, principal foco del Central. Ése es el poder de hacer con sólo decir.
lunes, 6 de agosto de 2007
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